script

Los Angeles

" Los ángeles son a Dios lo que los rayos del sol, a éste.
Dios los creó para que estuvieran a nuestro servicio y nos atendieran.
Su razón de ser es contestar a nuestras oraciones.
Aunque vivamos en el mundo material ellos constituyen el vínculo especial que nos une a Él. Además, cada uno de nosotros tiene en su interior un fragmento de Dios, una chispa divina, que le permite acudir a los ángeles en busca de ayuda, ¡y esperar resultados! "

miércoles, 22 de febrero de 2017

Las ondinas de las cascadas y lagos




La ondina pertenece al elemento sutil del agua y, hasta donde llega mi experiencia, jamás se halla muy alejada de océanos, lagos, ríos y cascadas. Tiene forma claramente femenina, está siempre desnuda, por lo común carece de alas y sólo en raras ocasiones lleva alguna clase de adorno. Su forma, diminuta o de estatura humana, es arrebatadoramente bella, y sus movimientos están llenos de gracia. La cascada es uno de sus lugares favoritos y allí se la verá divertirse, a menudo con un grupo de espíritus del agua, disfrutando al máximo las fuerzas magnéticas de la cascada. Aparentemente, hay períodos durante los cuales la ondina se retira de la vida intensa y externa en la que se la encuentra con más frecuencia, y halla cierta calma y reposo en los abismos silenciosos y fríos debajo de las cascadas o en las extensiones más tranquilas de los ríos, al igual que en los lagos. Esta vida pacífica debajo de las aguas está en marcado contraste con la actividad y júbilo intensos que manifiesta en medio de las aguas que caen y de la espuma iluminada por el Sol. Los tres procesos fundamentales de la Naturaleza —la absorción, la asimilación y la descarga— están expresados plenamente en la vida exterior de la ondina; en verdad, puede decirse que esa vida consiste en una repetición continua de esos tres procesos. Apoyada en medio de la espuma, o en el centro de un torrente que corre hacia abajo, ella absorbe gradualmente la energía vital de la luz solar y del magnetismo de la cascada. Al llegar al límite de absorción, en un destello enceguecedor de luz y color, libera la energía con que se sobrecargó. En ese momento mágico de liberación, experimenta un éxtasis y una exaltación más allá de todo lo que es normalmente posible a los meros mortales que moran en la prisión de la carne. La expresión del rostro, y particularmente de los ojos, es bella, trascendiendo todo lo descriptible. El rostro expresa arrebatado júbilo y sensación de elevada vitalidad y poder, mientras sus ojos destellan con deslumbrante resplandor. Todo el porte, la forma perfecta y el brillante esplendor de la radiación áurica se combinan para producir una visión de belleza encantadora. Este estado es seguido de inmediato por otro de goce ensoñador, en el que la conciencia se retira en gran medida del mundo físico y de su contraparte etérica, centrándose en el mundo astral. El cuerpo etérico de la ondina se torna vago e indefinido durante ese lapso hasta que luego de disfrutar y asimilar toda la experiencia, reaparece, repitiéndose el proceso triple. Después de un tiempo retorna a la quietud de los abismos del agua.

Las ondinas en una cascada

Estas hadas del agua parecen graciosas jovencitas, están enteramente desnudas y probablemente son de ocho a doce pulgadas (20,32 - 30,48 cm) de alto. Su largo "cabello" corre detrás de ellas y llevan un adorno que parece una guirnalda de florecillas en torno a sus frentes. Juegan dentro y fuera de la cascada, atravesándola velozmente desde diferentes direcciones, llamando todo el tiempo con tonos extraños que no son de esta Tierra. La voz es infinitamente remota y me llega débilmente, como el reclamo de un pastor a través de un valle alpino. Es un complejo sonido vocal, pero todavía no puedo nombrar con facilidad la serie de vocales de que está compuesto. Las ondinas pueden nadar contra la corriente o permanecer inmóviles dentro de ella, pero por lo general juegan y la cruzan raudamente. Cuando las nubes desaparecen de la faz del Sol y la cascada se torna de nuevo brillantemente iluminada por aquél, aparecen para experimentar un júbilo adicional; el lempo de sus movimientos entonces se acelera y su canto se torna más libre. La representación más aproximada de su canto que puedo dar es con las vocales e, o, u, a, i, en un tono largo y quejumbroso que terminan en seductora cadencia. Hay entre ocho y doce ondinas de variadas alturas que juegan en esta cascada; las más altas son de unas doce pulgadas (30,48cm) de altura. Algunas tienen auras rosadas, otras, verdes, y el contacto más cercano que ahora logro me muestra qué criaturas extremadamente bellas son, y al mismo tiempo cuán cabalmente remotas respecto de la familia humana. Sus cuerpos etéricos entran en las grandes rocas y salen de éstas al costado de la cascada sin experimentar obstrucción alguna. Soy absolutamente incapaz de atraer su atención o de influir sobre ellas de modo alguno. Algunas pasan debajo del agua en el lecho al pie de la cascada, y aparecen ocasionalmente entre la arremolinada espuma. La guirnalda, a la que hice referencia, es luminosa y forma parte, aparentemente, de sus auras.

El espiritu que preside una cascada

Estoy en una enramada de helechos y rocas, en una verdadera región "feérica", cerca de una cascada, en el Distrito de Los Lagos, en Inglaterra. La ondina de esta cascada parece una jovencita alta y graciosa, desnuda y de singular belleza. Difiere en algunas características de las ondinas antes observadas pues es más alta, tiene inteligencia más altamente desarrollada y las fuerzas áuricas fluyen detrás de ella en forma de alas, al igual que para todos lados. Parece animar las rocas, los árboles, los - 113 - helechos y los musgos, además de la cascada y los charcos. Al verla por primera vez, saltó de la sólida roca —una figura maravillosamente bella— y permaneció por un momento apoyada en el aire, después de lo cual la forma etérica desapareció. Repitió este procedimiento varias veces pero su presencia, etéricamente visible o no, continuó sintiéndose claramente. Toda su forma es suavemente rosada. El "cabello" es rubio y brillante, la frente ancha, los rasgos están bellamente modelados, los ojos son grandes y luminosos y, si bien su expresión tiene algo del espíritu de lo salvaje, su mirada no alberga maldad. Las alas áuricas son pequeñas en proporción con el cuerpo y con seguridad serían inadecuadas para volar, si tal hubiese sido su finalidad; son también de un matiz rosado brillante. Más sorprendentemente aún que la forma es la aureola estilo arco-iris que la rodea, como a veces un halo suele rodear a la Luna. Esta aura es de forma casi esférica y consiste en coloridas esferas concéntricas, dispuestas de manera pareja, y en movimiento demasiado rápido como para describirlas detalladamente. Parecerían que contuviesen todos los colores del espectro en sus matices más pálidos, predominando el rosa, el verde y el azul. Algunas esferas coloridas están delineadas con fuego dorado y más allá del borde exterior hay un reluciente resplandor de color blanco perlado que añade belleza a la aureola ya la hermosa forma interior. Sobre la cabeza, un poderoso fluido ascendente de fuerza interpenetra al aura en una radiación en forma de pantalla. Esta parece proceder de un punto en medio de la cabeza, donde hay un brillante centro dorado, levemente debajo del nivel de los ojos y a igual distancia de ambos. Toda la región de la cascada vibra con su vida.

Los espiritus de los lagos

En diferentes partes de la superficie del Lago Thirlmere, que está debajo de nosotros, se verán cantidades de espíritus naturales del elemento del agua que pasan  rasantes sobre la superficie, generalmente a una altura de unos seis u ocho pies (1,829 - 2,438 m), pero elevándose a veces mucho más alto. Aunque habitualmente permanecen sobre el agua, efectúan ocasionalmente vuelos sobre los campos. Se parecen algo a pájaros grandes y blancos que vuelan a gran velocidad. A esta distancia no puedo determinar una forma clara, pues asumen y desechan con gran rapidez muchas formas diferentes, que parecen aves. El aura sugiere permanentemente una formación como de ala, y a veces la semejanza de un rostro y una cabeza humanos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario